No sería justo hablar de mí, sin antes mencionar a las dos personas que han sido y siguen siendo referentes en mi vida, mis padres. De hecho, son los máximos responsables de que me haya convertido en la persona que soy hoy.

Ellos con sus enseñanzas, pero sobre todo con su ejemplo me hicieron ver la importancia de las pequeñas y no tan pequeñas cosas, me enseñaron a valorar lo que tenemos, a trabajar y esforzarnos para conseguir lo que queremos, a no rendirnos cuando las cosas se ponen difíciles y a no perder la esperanza.

Siempre he creído que teniendo bases sólidas todo es más sencillo, así que con la lección bien aprendida, dejé mi Asturias querida y me vine a estudiar a Pamplona, que se convertiría, en la ciudad que me ha acogido hasta hoy.

Estudié Ingeniería de Telecomunicaciones y seguido comencé a trabajar. Posteriormente, obtuve el Grado de Bachelor of Arts in International Business Administration por la Universidad de Lincoln y realicé un MBA Executive por la Universidad de Deusto.

En este camino he dedicado el tiempo, los recursos y la energía a mis dos grandes pasiones: mi familia y mi trabajo. El hecho de no haber tenido que renunciar a nada de lo que es realmente importante para mí, me hace sentir muy afortunada y con ganas de seguir creciendo, esforzándome por ser mejor persona y profesional cada día y por hacer más feliz la vida a los que me acompañan.

Siempre me ha fascinado la gestión empresarial, la capacidad de crear y desarrollar proyectos, de convertir los sueños en realidad, de construir y hacer crecer los equipos humanos que los forman y ha sido a esto a lo que me he dedicado a lo largo de mi trayectoria profesional.

Desde pequeña, me he sentido tremendamente atraída por los retos y las situaciones complejas, en las que es necesario comprometerse al máximo para tener una mínima posibilidad de triunfar. Soy una apasionada de la vida y de las personas y creo sinceramente que son las situaciones imposibles, las que nos demuestran que si queremos y creemos, podemos.