Es una pregunta muy sencilla que suelo hacer a todas las empresas con las que colaboro y la respuesta suele ser muy rápida y contundente, SI. Pero cuando empezamos a profundizar la realidad que nos encontramos es que nunca les hemos realizado esa pregunta a ellos, a los clientes y que todas las respuestas que tenemos están fundadas en nuestras percepciones y opiniones y son por tanto muy subjetivas.
El hecho de no conocer los motivos por los que nos compran nuestros clientes, nos suele llevar a tomar decisiones de marketing erróneas, a hacer campañas de publicidad equivocadas y en definitiva a no rentabilizar nuestros productos al nivel que podríamos.
Aunque parezca evidente, hay una forma sencilla de enfocar mejor nuestras acciones comerciales y es preguntando previamente a nuestros clientes y antiguos clientes los motivos por los que nos han elegido.
Con este tipo de ejercicios hemos conseguido reorientar la estrategia comercial en varias empresas y mejorar notablemente sus resultados.
A modo de ejemplo os cuento el caso de una empresa que creía que su punto fuerte era la calidad y tras realizar este ejercicio se ha dado cuenta que en realidad era el servicio. Este efecto ha tenido una implicación doble en la cuenta de resultados, por un lado ha disminuido ligeramente sus exigencias de calidad, porque eran más altas de lo que le demandaban sus clientes y por otro ha comenzado a poner en valor el servicio de ofrece. Como consecuencia de estas acciones ha incrementado su rentabilidad por dos vías.
¡¡¡ ANÍMATE Y NO TENGAS MIEDO !!! tus clientes te agradecerán que cuentes con ellos.