Las personas hemos sido, somos y seremos lo que marca la diferencia en una Sociedad. El Mundo cambiará, las costumbres también, pero seremos las personas la únicas responsables de las condiciones del entorno, en el que estamos inmersos.
Es evidente que la situación que estamos viviendo ha dejado muy tocados los cimientos de nuestra Sociedad, pero no es menos cierto que el nuevo mundo que construyamos, entre todos, será el reflejo de nuestro esfuerzo y de nuestra actitud.
Soy una persona optimista por naturaleza, pero en estos momentos estoy preocupada ante la situación que veo y es curioso porque mi mayor preocupación no es por la situación médica, o la tasa de desempleo, o el nivel de deuda. Mi mayor preocupación es por la actitud generalizada que veo en nuestra Sociedad. Veo personas tristes, cabizbajas, con muchos miedos, una incertidumbre total, sin ningún tipo de ilusión y buscando a través de la queja y el enfrentamiento liberar sus malas sensaciones. Estaréis conmigo, que con estos mimbres es muy, pero que muy complicado construir.
La buena noticia es que el futuro depende de nosotros, de nuestra actitud y de la ilusión y energía con la que nos movamos. De hecho, una de las pocas cosas buenas que tiene la situación actual es que hay ‘mucho’ por hacer. Debemos volver a reactivarnos, primero como persona y luego todos juntos como Sociedad. Debemos buscar nuestro propósito, aquel que nos haga sentirnos fuertes e importantes, aquel que nos haga sentir que ‘merece la pena’ el esfuerzo.
Yo estoy convencida de que esta situación no es más que una oportunidad de cambiar el rumbo de nuestra historia. De corregir errores importantes y darle importancia a los elementos claves y vitales de nuestra Sociedad y, por supuestos, ilusionarnos con un mundo mejor.
Un mundo con más oportunidades para todos, un mundo más justo, que potencie la excelencia, que promueva la acción y el desarrollo del individuo y de la Sociedad. Un mundo con valores claros, donde busquemos lo que nos une, lo que nos hace más fuertes, mejores y más felices.
Me encantaría que te sintieras identificado con mis reflexiones y que las compartieras. En ese caso te animaría a difundirlas y a poner en práctica esa actitud positiva que promuevo y que sin duda alguna nos tiene que llevar al éxito.
Esa forma de ir por la vida con el firme propósito de facilitar la vida a los demás, de ilusionar con una sonrisa de esas que se perciben en la mirada y que hacen sentir a nuestro corazón; de esas que generan confianza e ilusión en nuestro entorno; de esas que despiertan la esperanza.
Nuestra Sociedad será lo que nosotros queramos que sea, ilusionémonos y busquemos lo que nos une y estoy convencida de que juntos conseguiremos que el mundo sea un lugar mejor.