Casi sin darnos cuenta, ya se ha pasado un mes del nuevo año. Un año, que empezamos con ganas e inquietud y con la esperanza de que sólo con el mero hecho del cambio de año, nuestro entorno iba a cambiar. Un mes después, las noticias y las realidades que tenemos a nuestro alrededor no invitan precisamente a la alegría. Pero siendo totalmente consciente de ello, quiero compartir una reflexión que me parece tremendamente importante. Nuestras acciones de hoy, construyen nuestro futuro de mañana. O, dicho de otra manera, nuestro futuro será de una u otra forma, en función de cómo actuemos hoy.
Por este motivo, quiero resaltar tres elementos, que me parecen claves, de cara a construir un futuro próspero, lleno de oportunidades y con muchos momentos de disfrute. Haciendo un símil con los regalos que los Reyes Magos le hicieron al niño Jesús: Oro, Incienso y Mirra, este año debemos llenar nuestras mochilas de, Optimismo, Ilusión y Movimiento, con el fin de sentar las bases para una Sociedad mejor.
Optimismo. No se trata de ignorar la realidad que estamos viviendo. Se trata de afrontarla tal y cómo es, pero de una manera constructiva, buscando las oportunidades, que siempre entrañan los momentos de cambios radicales, cómo el que estamos viviendo.
Ilusión. Es la base de la motivación, de la esperanza, es la fuerza mental que nos ayuda a crear, que nos inspira, que nos hace ver más allá de lo que tenemos delante, que nos permite visionar, proyectar, crear. No olvidemos que, lo que creemos, creamos ?
Movimiento. Es la base de la realización de nuestros propósitos. Es totalmente cierto, que para construir algo, antes debemos visionarlo. Todo está primero en nuestra mente, pero por muy buenas que sean nuestras ideas y nuestros proyectos, sin acción, sin movimiento nunca serán nada; se diluirán. Por eso es vital estar siempre en movimiento. Es importantísimo tener una acción ordenada, coordinada y enfocada. Una acción dirigida, que nos lleve a la consecución de nuestros objetivos.
Estoy firmemente convencida de que, si miramos nuestro día a día con optimismo, buscando las oportunidades. Con ilusión, enfocados en la construcción de un futuro mejor y con movimiento, concentrándonos en dar los pasos necesarios para salir de la situación actual, conseguiremos un objetivo doble. Por un lado, haremos que nuestro día a día sea más llevadero y por otro, anticiparemos la construcción de ese ansiado futuro.
Como no quiero que estas reflexiones se diluyan he creado una pauta. Todos los días al levantarme decreto mi compromiso de afrontar el día con optimismo, ilusión y en movimiento, con el único fin de construir un futuro mejor. ¿Me ayudas a difundir y a compartir el decreto?